Desde que tengo memoria, he escuchado distintas hipótesis de que el dedo pequeño del pie es sólo un rastro de la evolución humana y que con el tiempo desaparecerá. ¿Se trata de un mito o una realidad? Hoy quiero despejar algunas dudas sobre este pequeño apéndice, del que solemos acordarnos solamente cuando nos lo golpeamos accidentalmente y nos causa dolor.
El origen del dedo meñique del pie
A casi todas las partes de nuestro cuerpo se les conoce su función y utilidad, pero hay partes que actualmente están consideradas como sobrantes. En el caso del dedo pequeño del pie, su rol está ligado a los primates.
Los primates utilizaban sus garras para trepar a los arboles, enterrándolas para un mejor agarre. Los humanos, al descender de los primates, tenemos ese “dedo” pero desde etapas evolucionarias muy tempranas no tiene uso.
Perder el dedo meñique del pie no tendría un efecto a largo plazo pero, en un principio, tendríamos que regular nuestro equilibrio, ya que estamos acostumbrados a una forma en particular de apoyar el pie en el suelo.
Podemos vivir sin el dedo pequeño del pie
Según la cirujano ortopédico de la Universidad de Harvard, Anne Holly Johnson, los seres humanos podríamos realizar las mismas actividades si perdemos el dedo pequeño del pie, adaptándonos bastante rápido.
El pie humano está compuesto de 26 huesos y cada dedo, con excepción del gordo que tiene dos huesos grandes, está compuesto por tres pequeños huesos.
Los dedos se conectan a la zona media del pie a través de los llamados huesos metatarsianos, similares a los nudillos de la mano. De allí en adelante, otros huesos siguen combinándose hasta llegar al astrágalo, que se conecta con el tobillo.
Los huesos más importantes para el equilibrio son los huesos metatarsianos. Si falta uno de ellos, nuestros movimientos podrían verse complicados. Si se pierde el dedo no hay problema, pero si además se remueve el hueso metatarsiano, la cosa puede complicarse.
El uso quirúrgico del dedo pequeño del pie
Los humanos nos hemos ingeniado para encontrarle un uso práctico a este dedo tan mirado en menos. Las personas que han sufrido la amputación de uno o varios de los dedos de su mano, se han visto beneficiadas con un trasplante utilizando algunos dedos del pie.
El dedo gordo puede utilizarse para reemplazar al pulgar, ya que es el más firme y hábil pero, sin dedo gordo, el equilibrio del pie se afecta bastante.
Si el dedo faltante es otro, el meñique del pie puede ser una solución, ya que al menos entrega una estructura de huesos que permite dar un mayor uso a la mano, pese a que sus habilidades son bastante limitadas.
Como ven, si algo en el cuerpo humano no tiene uso, la ciencia consigue encontrarle un propósito. La próxima vez que te golpees el dedo pequeño del pie contra la silla, quizá lo trates con algo más de respeto.
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